El pibe Grahl, a punto de irse a Francia

Igual de humilde que cuando era uno más entre sus compañeros de Quinta División, la joya de Isidro Casanova confesó sus ilusiones tras recibir el ofrecimiento del Niza de Francia para probarse durante diez días.“Toda mi vida espere una oportunidad así, esto es un sueño”, señaló el chico, que luego de recibir el ofrecimiento se dirigió directamente a conseguir el pasaporte junto a su representante desde diciembre, Eduardo Rosetto.

Pero, antes de resolver las cuestiones burocráticas, recibió el abrazo de sus familiares, el apoyo de sus amigos y las felicitaciones de sus compañeros, aquellos que le “enseñaron a ser un profesional”, según confesó.Además, el futbolista de Almirante Brown y del seleccionado Sub 18 admitió que el viaje lo distanciará de “muchos amigos” del club en el que jugó toda su vida. Sin embargo, a la hora de señalar qué es lo que más va a extrañar de jugar en la Primera del Mirasol, sentenció: “Nadie, nunca, me va a sacar la sensación de haber estado en el banco de suplentes con tantas ganas de entrar”.

A pesar de que ya es un profesional, el chiquilín categoría 91 todavía tiene alma de adolescente, con sus lógicos temores.

Entre ellos están los recuerdos que le causan una mala experiencia que vivió su hermano, ex jugador del Deportivo Español, cuando tuvo una chance similar a la suya para viajar a España. Una chance para romperlaSin embargo, Francisco prefiere dejar de lado aquella situación y aseguró: “Me tengo mucha fe, todo depende de mí.

Tengo diez días para romperla y aprovechar la oportunidad al máximo”.Además, el delantero rescata lo que significará el viaje a Niza como vivencia: “Nunca salí de Isidro Casanova, así que tengo que mentalizarme a disfrutar de esta chance única”.

Por último, agradeció a los dirigentes por entregarle la autorización para viajar pronto y concluyó: “Si Dios me ayuda y quedo allá, tengo que agarrar un diccionario de Francés para aprender el idioma y adaptarme lo más rápido posible”.

FUENTE: PERIODICO UNO