“Hay infiltrados que se disfrazan de corderos y son terribles lacras”

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En declaraciones a Radio Universidad, el técnico de Brown expresó su malestar por los supuestos movimientos conspiratorios que se generaron en torno a su continuidad. “Sé que salen del seno de la Comisión Directiva y que esos buitres me están esperando a la vuelta de la esquina”, atacó. Sin embargo, no descartó renovar su vínculo después de junio.


Se sabe que Blas Giunta no es un tipo abonado a las medias tintas. Ni cuando andaba a los suelazos limpios en su época de jugador ni en la función de entrenador que desarrolla actualmente. El deseo frustrado del ascenso directo más la irregularidad que exhibe el equipo en esta parte decisiva del certamen, generó una profunda sensación de malestar en Isidro Casanova.

El técnico cree tener identificada la incubadora desde donde se gesta el movimiento conspiratorio en torno a su continuidad. “Sé que sale del seno de la Comisión Directiva. Yo no tengo problemas en conversar con los dirigentes porque con muchos de ellos tengo una relación espectacular. Pero siempre hay algunos infiltrados que se disfrazan de corderos y son terribles lacras”, arremetió Blas, en declaraciones al programa Ascenso Oeste, de Radio Universidad.

Sin dar nombres y apellidos, el entrenador siguió descargando artillería pesada contra los dirigentes que, según su criterio, buscan desestabilizarlo. “Yo confío en los mismos tipos que me brindaron su apoyo y que siempre quisieron que yo esté en esta institución, como Echeverría, D’Agostín y Mansilla, por nombrar a algunos. Después están lo que no me quieren, que seguramente hacen fuerza para que le vaya mal al club”, disparó.

“Yo sé que estos buitres -continuó Giunta- me están esperando a la vuelta de la esquina. Pero todavía tenemos chances y la vamos a seguir peleando hasta el final”.

¿Y después de junio qué?
Mucho se viene hablando de la permanencia o no del entrenador después de junio. Los permanentes sondeos de clubes de la B Nacional y hasta de Primera División (lo quiso Gimnasia y Esgrima de Jujuy cuando se fue Omar Labruna) representan un dolor de cabeza para la dirigencia del Mirasol. Mucho más lo será si no se consigue el ascenso y ni hablar si no logra clasificarse al Octogonal. Porque en ese caso habrá que ver si prima lo afectivo antes que el progreso deportivo.

Giunta, en tanto, prefiere no cerrar ninguna puerta. “En su momento, yo me quise quedar acá y tuve muchas oportunidades de ir a otro lado… Y sigo teniendo lugares para ir a trabajar. Pero hace cuatro años que estoy acá y la quiero pelear con el Brown. Por eso, si llegamos a un acuerdo con los dirigentes, no tengo problemas en quedarme”, confirmó.

En la misma sintonía que Blas, Osvaldo Rodríguez, su fiel ayudante de campo, le confió a El1 Digital el sentir del resto del cuerpo técnico: “Nosotros estamos muy encariñados con el club, cuando vinimos hace cuatro años esto era todo campo y Almirante fue progresando muchísimo. Por eso nos gustaría quedarnos más allá de lo que pase”.
Nota: Periodico Uno

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