"Blas nos dijo durante toda la semana de que forma nos podían convertir". Y a los tres minutos, las palabras de Daniel Bazán Vera en el vestuario visitante, luego del empate, le daban la razón (y toda la bronca) al técnico de Almirante, Blas Giunta. Todo lo contrario se vivía en el banco local. Fernando Ruíz veía como se concretaba en el arco de Monasterio, la jugada pensada y soñada durante la semana. Mucha presión, recuperación del balón, triangulación por derecha, centro al área y la aparición de un volante (Zárate) para marcar (de cabeza) y terminar la jugada.
Así se dió en casi toda esa mitad. Con Lillo (bandera del Pincha, entrega y talento puro) recuperando junto a Mazzulli, llegada por las bandas con Pansardi (muy buen primer tiempo) y Zárate, y Yassogna junto a Carrizo tratando de aguantar y descargar para la llegada de los volantes. En Almirante no aparecía Maraschi y la pelota quedaba en poder de Sartori. Por lo tanto, Bazán Vera y Ferrer, solo la recibían con algún pelotazo al área.
Así llegó la unica chance clara de la visita en el primer tiempo, con un cabezazo de Bazán Vera que dió en el travesaño. Giunta al verse superado, no perdio tiempo. Y a cinco del final de esa etapa, mandó a la cancha a José Luis García por Sebastían Deláguila, dejando tres en el fondo y la chance de un tiempo por delante, para revertir la historia. Historia que Estudiantes pudo haber liquidado, si Yassogna y, sobretodo Carrizo (increíble el mano a mano que falló) hubieran estado finos a la hora de definir. Y el segundo tiempo mostró otra versión
Almirante se adelantó en el terreno, retrocedió Estudiantes, que tenía espacios para lastimar de contra, pero esa contra nunca llegó y la visita empezó a hacer méritos para empatar el partido. Que llegó en uno de los tantos centros que cayeron en el área de Mendoza, un rebote y derechazo de Federico León que dejó sin chance al arquero. Entre Matías Ríos y Maraschi tuvieron la victoria, pero Mendoza primero y Arce en la línea lo evitaron. Ya Estudiantes no era el mismo y no inquietaba a Monasterio.
El equipo sintió el esfuerzo del primer tiempo, ingresó Tolosa (tuvo la mas clara, pero se demoró una eternidad para definir) que no fue solución y el pibe Olivares, que jugó poco, pero parece ser un buen proyecto. Y fue empate nomás. Un punto para cada uno, conformismo cero.
fotos: Mi vida por estudiantes